El grupo NanoMatMicro, perteneciente al Instituto de Ciencias Materiales de Sevilla (ICMSE), ha patentado una nueva metodología basada en la técnica de pulverización catódica para fabricar nanocomposites sólido-gas, que son capaces de estabilizar nanoburbujas de un gas atrapado a ultra alta densidad y presión. La novedad de esta nueva patente reside en que se consigue reducir el consumo de gas en más del 99,5% en comparación al método dinámico habitual usado en pulverización catódica.

“Para hacer estudios de reacciones nucleares, estudios de astrofísica o modelizaciones de situaciones de interés que pueden tener repercusiones en experimentos de física nuclear, el isótopo Helio-3 es un elemento muy interesante, pero es muy escaso y caro en nuestra atmósfera. Por eso, hemos desarrollado un sistema experimental de muy bajo consumo que abarata enormemente el realizar estos materiales con estos isótopos tan caros”, explica la Dra. Asunción Fernández Camacho, investigadora responsable del grupo NanoMatMicro.

Según la científica el uso de estos materiales como patrones para hacer experimentos de reacciones nucleares es muy interesante al permitir concentrar grandes cantidades del gas en una lámina sólida lo que facilita las medidas y el análisis de datos en comparación con el uso de cámaras o sistemas criogenizados más complejos. En estos desarrollos trabajamos activamente con el Centro Nacional de Aceleradores (CNA) y recientemente en colaboración con un laboratorio del Departamento de Física de la Universidad de Lisboa; y con el Laboratorio Nacional del Sur (INFN-LNS) en Italia, puntualiza Fernández Camacho.

Los investigadores, que han trabajado aproximadamente 10 años en el desarrollo de estos materiales, han conseguido recientemente esta nueva patente y fabricado los primeros materiales con Helio-3 que se han comenzado a probar en experimentos de grandes instalaciones como el Laboratorio Nacional de Legnaro (INFN-LNL) en Italia con participación del Instituto de Física Corpuscular de Valencia (IFIC). Se ha realizado una prueba de concepto con el primer blanco de Wolframio con Helio-3. “El resultado ha sido muy prometedor, porque los materiales han mantenido su contenido de Helio durante varias horas de irradiación para registrar datos en el experimento”, apostilla la investigadora.