El año que viene se cumplirá la primera década del nacimiento de SouthTek, una spin off de base tecnológica creada en el seno del Grupo de Oceanografía de Ecosistemas del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN – CSIC) a raíz de numerosos proyectos de investigación en los que se desarrollaron avances tecnológicos en el ámbito de las ciencias marinas.  En la actualidad esta compañía es pionera en ofrecer instrumentos rentables basados en técnicas emergentes en el campo de las telecomunicaciones, la navegación por satélite y los sensores microelectromecánicos.

La localización de vertidos, de corrientes marinas, de artes de pesca o de distribución de plásticos son algunas de las aplicaciones principales del producto estrella de SouthTek: las boyas lagrangianas. Estos dispositivos envían su ubicación, obtenida mediante un sistema de posicionamiento global satelital tipo GPS, y transfieren los datos e información a través de telefonía móvil (familia Coastal Nomad) o vía satélite (familia Offshore Nomad) a una aplicación que el cliente puede consultar.

“Estos equipos se utilizan para medir corrientes superficiales, que pueden sufrir cambios a nivel global debido al calentamiento del océano. Además, permiten establecer modelos de dispersión de contaminantes en caso de accidentes y vertidos desde plataformas de extracción de hidrocarburos, en zonas tan sensibles como la desembocadura del río Amazonas”, afirma Miguel De Santiago Canelada, administrador único de la compañía.

Gabriel Navarro Almendros, científico titular del ICMAN y socio fundador  de SouthTek, sostiene además que el desarrollo de nuevos productos de observación marina “nos permitirá conocer, de mejor manera, los procesos que ocurren en el océano en un contexto de cambio global, donde el mar juega un papel fundamental. Estos equipos pueden recoger datos a distancia de forma autónoma, sin necesidad de intervención del ser humano en un entorno donde el acceso es complicado y costoso”. 

 

Por tanto, se puede afirmar que el éxito de los dispositivos que fabrica la compañía es triple. En primer lugar, por la robustez con la que se producen equipos que electrónicamente son muy sofisticados, porque se destinan a medidas de precisión científica en un ambiente muy agresivo como el del medio marino. En segundo término, por la facilidad para usarlos. Por último, por tratarse de equipos con un alto ratio en cuanto a calidad-precio, que ha ayudado a ganar cuota de mercado internacional, desplazando a empresas americanas y canadienses.

Y es que la práctica totalidad de los productos se venden fueran de España, configurándose como principales clientes, tal y como señala Miguel De Santiago Canelada, “las instituciones públicas de investigación relacionadas con la hidrodinámica marina y las empresas pertenecientes al ámbito de la pesca, la extracción de hidrocarburos y salvamento marítimo”.

Gracias al éxito anteriormente señalado, la compañía ha tenido un crecimiento continuado que se traduce en la creación de puestos de trabajo de alto valor añadido. Este desarrollo permite establecer los objetivos a medio y largo plazo: mejorar los procesos de fabricación de los productos existentes, así como, producir nuevos dispositivos. De hecho, Gabriel Navarro confirma que “el equipo de SouthTek ya está inmerso en investigar el uso de sensores para estimar el oleaje en zonas costeras y oceánicas a partir del uso de electrónica de consumo de móviles y drones”.