Este mes de diciembre se cumple el cuarto aniversario del nacimiento de Oleica. Se trata de un proyecto que comenzó con la premisa de mejorar la competitividad y modernizar el sector agroindustrial, concretamente el de la aceituna de mesa. Lo que empezó como una iniciativa formada por un equipo multidisciplinar de investigadores y socios empresariales, para mejorar el estado higiénico sanitario y la gestión de los procesos en la agroindustria, se ha convertido en una compañía pionera en saber conjugar el binomio ciencia – empresa privada. El resultado ha sido un éxito que pretende expandirse a otros sectores empresariales.

Oleica es una marca registrada de TAFIQS in Foods S.L., compañía de base tecnológica (EBT) que licencia tecnología procedente del Instituto de la Grasa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Córdoba. “Este es el espíritu de Oleica, implementar con éxito en el sector industrial la investigación realizada en los agentes del conocimiento”, explica el Dr. Francisco Noé Arroyo López, investigador del Instituto de la Grasa y co-fundador de Oleica.

Para alcanzar esta meta, el equipo de Oleica realiza su labor siguiendo dos líneas. Por un lado, sus profesionales están centrados en desarrollar las tecnologías TIC para generar aplicaciones informáticas que ayuden en el control, digitalización, optimización, automatización, alerta y simulación, de los procesos (OleicaSentinel). Por otro, trabajan en desarrollar cultivos iniciadores multifuncionales que fermenten la aceituna y que puedan ayudar a convertirla en un alimento probiótico en el futuro (OleicaStarter). Todo partiendo de un conocimiento nacido en los centros de investigación del Instituto de la Grasa y la Universidad de Córdoba.

Desde que se plantó esta semilla, Oleica ha proyectado con éxito su investigación más vanguardista: “Queremos convertir a la aceituna de mesa en un transportador de microorganismos probióticos, nativos del producto, hasta el consumidor final, para que de este modo la aceituna pueda convertirse en una alternativa a los productos lácteos como fuente y vehículo de microorganismos funcionales”, señala el Dr. Arroyo, quien además hace especial hincapié en que este hallazgo es uno de los pilares de Oleica, con un alto nivel de crecimiento por la ingente demanda de los cultivos.

Sin embargo, estas implantaciones no pretenden quedarse ahí, sino que tendrán aplicaciones en otros sectores agro: “Estamos asentando el proyecto en la aceituna de mesa, pero con la intención de que se extrapole a la agroindustria en general”, apostilla el investigador.

A pesar de que Oleica esté experimentando un crecimiento sin parangón y que el número de proyectos I+D+i propios haya aumentado desde 2016, el Dr. Arroyo considera que lo que hace especial esta compañía es su personal, formados en el ámbito científico y capaces de transferir todo este conocimiento al ámbito empresarial: “Que el equipo esté formado por personas tan capacitadas, es sin duda, una puesta en valor de Oleica”, subraya el Dr. Arroyo.